El reggaeton es ese género musical que todo el mundo dice odiar pero nadie se resiste a bailar¿cómo es posible esto? ¿Cuáles son sus secretos?
En los últimos años ha habido un antes y un después en el mundo de la música. El tan odiado reggaetón en los 2000 ha pasado a ser un ingrediente imprescindible en todas las canciones. Y no solo se ha conseguido hacer un hueco entre los grandes como Shakira, Marc Anthony o Enrique Iglesias sino que ha llegado a versionar grandes clásicos como La Macarena.
Este estilo latino, heredero del dancehall jamaicano, llegó a nuestro país hace varios años. Ya a finales de los 90 se podían escuchar grandes éxitos del otro lado del Atlántico en nuestras emisoras pero, fue en los años 2000 cuando canciones, como Gasolina de Daddy Yankee o Dale Don Dale de Don Omar, nos revolucionaron.
Es bien sabido que el ritmo del Reggaeton es muy pegadizo, un compás que te incita a bailar, a moverte, a transmitir buen ambiente.
El sociólogo Roger Martínez Sanmartí, investigador de cultura popular y culturas juveniles, apunta varias atractivos. Por un lado, "tiene la marca de la dureza de la calle y autenticidad asociada a la inmigración de Latinoamérica". Por otro, la atracción del "baile sensual y muy sexualizado, en contraste con las pistas de baile de música electrónica". "Que sea una música que incomode a los padres siempre es un plus para los adolescentes", añade Lasén.
Contra todo pronóstico, el reggaeton ha dinamitado barreras de clase y edad. Hoy suena tanto en 'realities' televisivos como en sesiones de zumba para jubilados.
Y es así como el reggeton llegó pisando fuerte para quedarse para un largo tiempo. O quizá no tan largo. Parece que el trap esta pisando al rey de los géneros acuales. Pero de eso hablaremos en una nueva entrada.
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